jueves, abril 23, 2009

Mi Dios es...

Mi Dios es un Padre de amor y no de temores; además permite que me sienta digno de Su Presencia sanadora y transformadora.

Mi Dios me dotó del libre albedrio, el cual me concede transitar por el planeta siendo responsable de mis actos y decisiones.


Mi Dios habla a través de canciones, textos sagrados y muchos libros más; se expresa por medio de mis amigos y familiares, como también de los desconocidos; se vale de la tecnología y a la vez me susurra al oído cuanto me ama.


Mi Dios es un Dios de pobres y ricos, negros y blancos, gays y heterosexuales; es un Padre que no discrimina y ama por igual a todos sus hijos.


Mi Dios no se encuentra en las alturas, se halla a mi lado, en mi interior; va más allá del tiempo y el espacio y me permite vivir en el presente de las experiencias, que son las que me facultan para crecer espiritualmente.


Mi Dios es ante todo: Amor.
Foto: Og (Bueno Gutiérrez)

jueves, febrero 26, 2009

Los dibujos de mi sobrina

Describir lo que significan para mí estos dibujos es bastante complicado, dado que cualquier palabra bonita es insuficiente para expresar el profundo amor que siento por mi sobrina y sus manifestaciones de cariño ahora que estoy lejos, en otra ciudad.



Estos dibujos requieren una historia...

Los Ángeles terrenales

Se concibe a los ángeles como seres celestiales que están a nuestro lado para protegernos y orientarnos. La palabra "ángel" se deriva de la palabra griega aggelos, que significa "mensajero."

Al respecto, en las Sagradas Escrituras su presencia es reiterativa, sobretodo en el Nuevo Testamento. Incluso en algunas ocasiones se llama ángeles a personas ordinarias que transmiten un mensaje o realizan gran variedad de obras, siempre dirigidas a servir a Dios.

Y es precisamente sobre este tipo de ángeles a quienes hago referencia en esta reflexión: a aquellos seres nobles y buenos que con sus palabras, acciones de amor y ejemplo nos permiten crecer interior y espiritualmente. Sus mensajes comunican verdad, sabiduría y la voluntad de Dios guiando nuestro camino para que nuestros pasos sean seguros y decididos. De igual manera, nos acompañan en nuestras oraciones y alabanzas al Creador, nos ofrecen las llaves para acceder a la paz interior y a la alegría de vivir, nos acogen en su regazo y nos dan fortaleza y ánimo en las situaciones difíciles.

Padre, te doy infinitas gracias por esos ángeles terrenales que me irradian felicidad y me permiten sentirme digno de Tu bienaventurado amor.

Foto: Internet.