jueves, junio 17, 2010

Siente el deseo de amar

Siente el deseo de amar y vive esa experiencia en lo más profundo de tu corazón, no permitas que las contrariedades ni el sufrimiento frenen tu capacidad de entrega y aprende de las pruebas pues están allí precisamente para pulirte y hacer de ti un mejor ser humano, integro y fuerte. Sigue adelante y no permitas que los pensamientos negativos de otros detengan tu búsqueda interior y el camino que conduce a la eterna felicidad.

Eres un ser privilegiado y no puedes darte el lujo de perder el tiempo en superficialidades, pues ya llegó el momento de prestar atención a lo realmente importante como descubrir la capacidad de amar y de servir desinteresadamente tan inherentes en nuestra esencia humana. Por otra parte, es el tiempo también de evaluar cada experiencia vivida hasta el momento, pues fueron estos momentos sagrados -que se te dieron gratuitamente- los que te permitieron crecer y formar al ser que precisamente hoy está viviendo este presente mágico y especial.

A tu alrededor encuentras hombres y mujeres que son bendecidos con tu agradable presencia que es manifestación del mismo Dios que habita en ti, permitiendo que otros encuentren el sendero que conduce a la gracia y serenidad que sólo vienen de del Padre y su infinita misericordia.

Así pues, sigue perseverante y no prestes atención a las piedras del camino, te caerás muchas veces pero te levantarás y cada vez serás más fuerte.

Sé uno en la creación, uno en todo, uno con todos y multiplica el mensaje de amor que está instaurado en tu interior. El buen Dios te ama más de lo que piensas y quiere dicha, paz, bienaventuranza, prosperidad y amor en tu vida.

El amor está para serle fiel a Dios. Todo en el amor y todo como fruto de la gracia de este don. Sé feliz y lleva felicidad a quienes te rodean. Ama y permítete recibir el amor como don divino. Las palabras no son nuevas y todo está dicho desde siempre.

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El aprendizaje que deja el encuentro con Dios en la cotidianidad de cada día continúa mientras sigamos "Tras las huellas" del Maestro Interior que vive en las Palabras, Experiencias y Sueños del Presente de cada uno de nosotros, como también de los Maestros Ancestrales y Contemporáneos que encaminan con sus enseñanzas a una
Transformación Interior-Espiritual a aquellos que siguen sus pasos.

Foto: Carlos Mauricio Bueno.

jueves, abril 23, 2009

Mi Dios es...

Mi Dios es un Padre de amor y no de temores; además permite que me sienta digno de Su Presencia sanadora y transformadora.

Mi Dios me dotó del libre albedrio, el cual me concede transitar por el planeta siendo responsable de mis actos y decisiones.


Mi Dios habla a través de canciones, textos sagrados y muchos libros más; se expresa por medio de mis amigos y familiares, como también de los desconocidos; se vale de la tecnología y a la vez me susurra al oído cuanto me ama.


Mi Dios es un Dios de pobres y ricos, negros y blancos, gays y heterosexuales; es un Padre que no discrimina y ama por igual a todos sus hijos.


Mi Dios no se encuentra en las alturas, se halla a mi lado, en mi interior; va más allá del tiempo y el espacio y me permite vivir en el presente de las experiencias, que son las que me facultan para crecer espiritualmente.


Mi Dios es ante todo: Amor.
Foto: Og (Bueno Gutiérrez)

jueves, febrero 26, 2009

Los dibujos de mi sobrina

Describir lo que significan para mí estos dibujos es bastante complicado, dado que cualquier palabra bonita es insuficiente para expresar el profundo amor que siento por mi sobrina y sus manifestaciones de cariño ahora que estoy lejos, en otra ciudad.



Estos dibujos requieren una historia...

Los Ángeles terrenales

Se concibe a los ángeles como seres celestiales que están a nuestro lado para protegernos y orientarnos. La palabra "ángel" se deriva de la palabra griega aggelos, que significa "mensajero."

Al respecto, en las Sagradas Escrituras su presencia es reiterativa, sobretodo en el Nuevo Testamento. Incluso en algunas ocasiones se llama ángeles a personas ordinarias que transmiten un mensaje o realizan gran variedad de obras, siempre dirigidas a servir a Dios.

Y es precisamente sobre este tipo de ángeles a quienes hago referencia en esta reflexión: a aquellos seres nobles y buenos que con sus palabras, acciones de amor y ejemplo nos permiten crecer interior y espiritualmente. Sus mensajes comunican verdad, sabiduría y la voluntad de Dios guiando nuestro camino para que nuestros pasos sean seguros y decididos. De igual manera, nos acompañan en nuestras oraciones y alabanzas al Creador, nos ofrecen las llaves para acceder a la paz interior y a la alegría de vivir, nos acogen en su regazo y nos dan fortaleza y ánimo en las situaciones difíciles.

Padre, te doy infinitas gracias por esos ángeles terrenales que me irradian felicidad y me permiten sentirme digno de Tu bienaventurado amor.

Foto: Internet.

miércoles, noviembre 12, 2008

Pensamiento estratégico

Pienso estratégicamente cuando tengo claras mis prioridades. En este sentido ¿en qué medida mi desempeño actual –en todas las áreas: espiritual, afectiva, laboral y económica, entre otras– se ajusta a mi plan de vida?

Como humanos tenemos valores agregados por potencializar que se deben tener en cuenta en el momento de organizar los sueños o metas: ser mejores personas, capacitarnos en el servicio desinteresado, saber escuchar, perdonar o sencillamente: amar. Así pues, cuando voy más allá de las percepciones propias y tengo en cuenta la forma de pensar del otro, se consolida mi punto de vista o por el contrario, se entra en un desacuerdo que beneficia y enriquece a ambas partes.

Para ser parte del sistema –aunque a veces nos rehusemos a ser partícipes de él- hay que entender al semejante y comprender que la dinámica actual es diferente: vivimos en un mundo cada vez más homogéneo en lo material y más heterogéneo en lo espiritual; un mundo habitado por hombres y mujeres que aprenden a movilizarse para que se respete su identidad sexual, sus diferencias políticas, étnicas o religiosas y se lucha por los derechos inherentes de cada ser humano. Derechos que son inseparables de mi plan de vida.

viernes, septiembre 30, 2005

Intervalo (Fragmento)


Soledad: Hoy es mi compañera y amiga en esta batalla.
Impresiones de destierro retumban en mi integridad y se prende un fuego en mi interior.
Pasan los meses, vivo los sinsabores de esta crueldad y me enmascaro en los dolores de este encierro.
Las armas de los hombres y mujeres que me rodean no me intimidan y mi apetito se transforma es un ansia de libertad: un lamento desgarrado que proviene del alma.

Es hoy o vivo en el ayer y en el mañana.
De todas maneras, me reconforta saber que existo.
Aunque hay circunstancias en las que el tiempo y su relación con el espacio no se prestan para pensar en la eternidad, sueño con regresar a mi hogar, amar intensamente a mi esposa, ser partícipe del crecimiento de mis hijos, abrazar a mis padres, salir de paseo con la libertad y, por supuesto, compartir mis contradicciones con los que amo.
Los días pasan.

Dios se introduce en mis flaquezas y recuerdo tambaleante las oraciones que repetía de niño.
Una fuerza interna me reanima.

Escucho ruidos atípicos, nace una esperanza.
Los días de esclavitud terminan, pero debo encontrar las palabras correctas, sabias y coherentes para decir adiós, esto es un nunca jamás.
La historia, mi propia historia continua mientras viva, mientras sueñe.

La violencia, la crueldad y la insensatez de unos pocos destruye, hiere, mata.
Y aunque durante dos años mi precio se fijó en dólares y mi vida y mi libertad no significaron nada, perdono de corazón y elevo cada noche una plegaria al cielo por los miles de hombres y mujeres que aún permanecen lejos de su hogar.

Soy libre.
Un radiante sol ilumina mi vida y de noche sus rayos aún queman mis mejillas.

Nota: Según datos del gobierno colombiano encontrados en Internet en 1999, 3334 personas fueron privadas de su libertad. Sucesivamente en el 2000, 3706; en el 2001, 3041; y en el 2002, 2986. Esto, sólo por citar una pequeña muestra de los tantos y desgarradores datos que se encuentran en la red.

Foto: Og